En febrero de 2012, con suelo blanco y techo azul y con esa luz especial que disfrutamos en estas tierras, realizamos un paseo desde Torrestío, en la Babia baja, punto de partida de grandes rutas y que en esta ocasión la senda tomada nos acercó a los lagos de Saliencia, ya en las vecinas tierras asturianas. Nada azul en los lagos, nada blanco en los cielos.
Las cumbre que nos separan de Asturias y de los lagos, ya próximos.
Impresionante descenso de tres intrépidos esquiadores.
El cartel asoma la cabeza entre la nieve.
Desde el Alto de la Farrapona se accede al primer lago, a la sombra de la peñas.
Se nos anuncia el primer lago, el de ‘La cueva’, adivinando su escondrijo debajo de la nieve.
Dos chozos, uno de tejado de paja, nos indican la zona ganadera,
La moqueta blanca cubre el lago, protegiéndolo de nuestras miradas.
Los caminantes, pequeñas manchas en la nieve, se dirigen hacia el siguiente lago.
El rebeco, rey de estas montañas, np puede evitar su curiosidad.
Aún no hemos perdido la vista del lago …
… cuando aparece el siguiente, el lago ‘Cerveriz’.
Y el de ‘Calabazosa’ no se hace esperar demasiado.
Objetivo cumplido y a comer.
De regreso, el valle de Saliencia rasga las tierras asturianas.
Desde la Farrapona, Peña Ubiña marca nuestro camino de regreso.
El temprano atardecer indica nuestra recogida.
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