Los nadies

(por Eduardo Galeano).

 Eduardo Galeano (1940), periodista y escritor uruguayo, contador de historias marginales que no debieran dejar indiferente a nadie.

 

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

El Libro de los abrazos

Lenguas

Atlas interactivo de las lenguas del mundo en peligro

Atlas Unesco de las lenguas del mundo en peligro.

En la actualidad, según datos de la UNESCO de 2009, hay 6.700 lenguas vivas conocidas en el mundo, sin tener en cuenta sus variedades, y según Ethnologue 6.912, distribuidas de manera poco homogénea por el mundo, estando la mayor concentración en África y Asia -unas 1.900 en cada continente-.

Tampoco podemos hablar de homogeneidad en la relación de número de lenguas y hablantes, pues hay unas pocas lenguas habladas por muchas personas y muchas lenguas habladas por pocas personas. Las lenguas habladas por las tres cuartas partes de la población mundial, habladas por un mínimo de 10.000.000 de personas, solo representan el 1,3% de las lenguas. Las lenguas habladas por más de 10.000 y menos de 10.000.000 representan el 43,2 % de las lenguas. Mientras que las habladas por menos de 10.000 suponen el 55,5%. Pero el dato más escalofrinate de todos es que existen 232 lenguas habladas por menos de 10 personas, en tanto que 8 lenguas tienen más de 100.000.000 de hablantes cada una.

Se calcula que en el transcurso de las tres últimas generaciones se han extinguido cerca de 200 lenguas, que 538 están en situación crítica, 1.134 en peligro y 607 en situación vulnerable, lo que significa que, probablemente, a finales de siglo -si no nos hemos cargado el planeta antes- habrán desaparecido entre el 50% y el 90% de las lenguas del mundo, siendo más vulnerables las de los países con mayor diversidad -India, EE.UU., Brasil, Indonesia y México-.

Como dato positivo, parece que hay zonas en las que algunas lenguas se mantienen relativamente estables, como en Papúa Nueva Guinea, el país de mayor diversidad lingüística con más de 800 lenguas, donde existen proporcionalmente menos lenguas en peligro, unas 88. Incluso se puede hablar de lenguas que se están revitalizando, como el córnico en Cornualles, el sîshëë de Nueva Caledonia, el aymará central y el quechua en Perú, el maorí en Nueva Zelanda, el guaraní en Paraguay y otras lenguas de Canadá, Estados Unidos y México.

Entre las lenguas extinguidas recientemente se pueden citar el manés de la Isla de Man -1974-, el aasax de Tanzania -1976-, el ubyh de Turquía -1992- y el eyak de Alaska -2008-, todos ellos extinguidoa tras la muerte de su último hablante.

Según Koichiro Matsuura, Director General de la Unesco, «La desaparición de la lengua conduce a la desaparición de varias formas de patrimonio cultural inmaterial y, en particular, del legado invaluable de las tradiciones y expresiones orales de la comunidad que la habla, que incluye poemas y chistes, proverbios y leyendas. Asimismo, la pérdida de los idiomas indígenas va también en detrimento de la biodiversidad, porque las lenguas vehiculan numerosos conocimientos tradicionales sobre la naturaleza y el universo«.

La desaparición de una lengua es un pequeño ictus en el planeta, una pérdida de habla y de memoria difícil de recuperar y aún más difícil de asumir en un mundo tecnológico tan globalizado que como tal, desprecia las pequeñas cosas. Cuando una lengua muere, la humanidad se empobrece un poco más.

La niña bonita.

Hoy estamos de aniversario:  Días de Luna cumple 15 años. Quizás la mitad de su vida, quizás una vida casi completa o quizás no está más que en la pubertad empresarial.

En el recuerdo quedan aquellos días de obras en el que tanto entusiasmo pusimos, tantas neuronas conectamos, tantas camisetas ensuciamos, tantas agujetas sufrimos y tantos bocadillos compartimos.

En el recuerdo quedan los viajes, las carcajadas, las ilusiones y las decepciones pasajeras.

En el recuerdo quedan todos aquellos amigos y familiares que forman parte de esta casa porque en ella dejaron su huella, su herramienta, ropa vieja y algún que otro miembro machacado. Y a pesar de todo siguen siendo amigos. Una deuda tan infinita como su recuerdo.

Hoy, 19 de julio, hace 15 años que tras una noche en vela, haciendo camas, colocando cuadros y muebles, agujereando paredes, limpiando salas, ultimando detalles, … abríamos las puertas a vecinos, amigos, familiares y desconocidos para mostrar el proyecto que nos llevaba ilusionando y ocupando dos años y que nos hinchó tanto el pecho que a ratos nos costaba mantener los pies en el suelo. En el recuerdo un día perfecto rematado con una actuación soberbia, la de Eusebio y Pilar, del grupo Mayalde, una de las puestas en escena y de las invitaciones a la participación más entrañables que hemos vivido. Una celebración del entusiasmo y del positivismo. Un comienzo inmejorable para un proyecto de vida.

Y desde entonces, 15 años disfrutando y sufriendo en estas conmovedoras tierras y con sus gentes, haciendo muchos amigos y algún que otro enemigo –la vida misma-, compartiendo la alegría de las gentes que disfrutan del paisaje, de la calidez y de la compañía y con alguna frustración por aquéllos que no han entendido nuestro proyecto.

Y  hoy, tras el paso del tiempo, nos sentimos agradecidos hacia todas esas personas, amigos muchos, que con su fidelidad y su generosidad nos permiten seguir creyendo en lo que hacemos, nos recargan las baterías y permiten que esta casa siga teniendo luz propia con su presencia.

Antes y ...

En las escuelas de Sena hubo un antes …

... después

… y un después